sábado, 9 de enero de 2010

"EL ESPEJO"






REFLEXIÓN MATUTINA.

Tetraheroica Veracruz, el 9 de enero del 2010.
Así como al planeta Tierra para dividirlo en los dos hemisferios (Boreal y Austral o sea Norte y Sur) se utiliza una línea imaginaria a la que denominamos Ecuador, lo mismo sucede con la división del espacio físico aeroterrestre y el mundo submarino.




EL ESPEJO.
POR: Edwin Corona y Cepeda.
Instructor Internacional de Buceo.
A esa interfase que separa ambos espacios (El aero terrestre y el submarino) los buzos refiriéndonos a él, le aplicamos el calificativo de espejo. Así se dice, “rompió el espejo” o “afloro al espejo” bien sea cuando iniciamos o terminamos una inmersión.
Esa línea, el espejo, separa a ambos mundos y tiene una importancia mucho mayor de la que el público en general considera. Sin adentrarnos en la explicación de los fenómenos físicos que marcan el comportamiento de los rayos solares bajo el agua, (refracción, reflexión, difusión, absorción y extinción de la luz), hemos de considerar que cualquier obstrucción en este frágil espacio acabará con la vida bajo el mar.
Conocido es también, que el mar es un caldo de alimentos totalmente desaprovechado. Cada decilitro cúbico contiene una enorme cantidad de la sustancia denominada “Planctón”, misma que a la vez se subdivide en zoo plancton para los productos de origen animal (corales, peces, moluscos y crustáceos) y fito plancton para los de origen vegetal (algas y plantas marinas) y se da el curioso caso de que un buzo puede observar a plantas que parecen animales y animales que parecen plantas.
Es la línea del espejo, la interfase, la invisible frontera, que marca el camino entre la vida y la muerte, ya que los rayos solares, al penetrar bajo el agua colaboran, como en el espacio terrestre a la labor fotosintética del fito plancton o sea de los elementos vegetales, sin importar su tamaño, que a través de esta función, elaboran el indispensable y vital oxígeno disuelto en el agua.
Es así, que si de alguna manera se impide o se obstruye la penetración de los rayos solares al espacio submarino, la producción de oxígeno, vital para los seres que habitan bajo el agua, se verá suspendida y la muerte por asfixia surgirá irremediablemente.
Esta es la razón por la que los bloqueadores y protectores solares, así como los aceites y bronceadores, han sido prohibidos. La película, invisible, en la mayoría de los casos que producen estos productos “protectores”, causan más daño que beneficio pues el liquido permanece flotando por arriba del espejo del agua e impide el paso de la luz solar para realizar las funciones de vivencia a los organismos submarinos, que, como ya lo anoté, aunque no son visibles a simple vista por su microscópico tamaño, suman millares de seres vivos por cada decilitro cúbico.
Esa delgada película, invisible en la mayoría de los casos para el ser humano, es uno de los mayores peligros que amenazan al espacio arrecifal, donde se produce el endeble primer eslabón de la cadena alimenticia que culmina con el ser humano. Los motivos que ocasionan este desastre pueden ser múltiples y variados. El más común y al que menos importancia se le da es al derrame de la gasolina mezclada con aceite que se utiliza en los motores de dos tiempos de las embarcaciones menores. La película de estos líquidos, de menor densidad que el agua flota sobre el espejo y en ocasiones se puede detectar por los iridisados reflejos que de ella se desprende, sobre todo a la entrada de radas y puertos.
Si los bronceadores y aceites, así como el derrame de combustible crea estos estragos, imaginemos que sucede cuando de manera intencional o accidental se vierte miles de litros de sustancias tóxicas. La muerte de los habitantes submarinos ocupará espacios formidables. Miles de peces muertos.
Y no es necesario que pase mucho tiempo. Trate Usted., amigo lector, de permanecer cuatro o cinco minutos sin respirar, sin aprovechar el gas vital que es el oxígeno. De seguro que se muere. Pues lo mismo sucede con los organismos que habitan bajo el espejo marino. Mueren asfixiados bajo el agua, por la carencia de oxígeno.
Es común el pensar que un producto químico volátil no va a causar daño, ya que en pocos minutos desaparecerá e ira a alojarse a las altas capas de la atmósfera sin causar mayor daño aparente. Pero esto no es cierto, el producto en cuestión, mientras permanezca sobre del espejo de agua, impide el paso de la luz, el oxígeno se extermina y con él, la vida. Así de fácil.
Y esto lo señaló en relación a la tragedia ocurrida en la Playa Norte de Veracruz, donde nada menos que Raúl Hurtado el famoso pescador que encontró las joyas del Tesoro de Moctezuma (¿?) le indicó al gobernador Fidel Herrera Beltrán que año con año, en las instalaciones de la Administración Portuaria Integral de Veracruz (APIVER) se realizan lavado de enormes tanques que contienen productos químicos, la mayoría de disposición volátil. Y tal vez por eso, los “expertos” no dan pie con bola, ni aciertan a saber, hasta el momento, que fue lo que ocasiono la matazón de peces.
Y de Raúl Hurtado y el Tesoro de Moctezuma, me ocuparé en próxima ocasión. Playa Norte dará mucho de que hablar.

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